A Guadalupe y a Mariana
Unos cuantos piquetitos
Frida Kalho
Afridita Kalho
Un cómputo de amputaciones,
un monto de ágata restante
de obscura expectancia supralógica.
Bancos corridos aglomerados de intenciones,
estaciones, oraciones, a trocomoche, tajadas.
Sangrita que se viene por fermentarse,
por desvanecerse costra, fogonismo.
Sangrierita que sencillamente a veces,
no llega, no llega igual que en los antes,
al corazón abierto de noches empiernadas como racimos.
Pues, y si llega, llega amputada, apollardada,
revoleteada en cachitos, en consteladas segmentaciones.
Eso sí, siempre que llegue a llegar
porque quien sabe cómo, casualmente, no deja de jalarme.
Unos cuantos piquetitos
Frida Kalho
Afridita Kalho
Un cómputo de amputaciones,
un monto de ágata restante
de obscura expectancia supralógica.
Bancos corridos aglomerados de intenciones,
estaciones, oraciones, a trocomoche, tajadas.
Sangrita que se viene por fermentarse,
por desvanecerse costra, fogonismo.
Sangrierita que sencillamente a veces,
no llega, no llega igual que en los antes,
al corazón abierto de noches empiernadas como racimos.
Pues, y si llega, llega amputada, apollardada,
revoleteada en cachitos, en consteladas segmentaciones.
Eso sí, siempre que llegue a llegar
porque quien sabe cómo, casualmente, no deja de jalarme.