Cautiverios idílicos #3

Si no me quieres yermo,
déjame simular que me cobijo y
sueño que nunca sobreviví a
la exasperación del apresado
que lame la cal que le confina.

Si no me quieres yermo,
acércate y hagamos arder los informes, nido
de una burocracia serpenteante
que va inscribiendo en la arena
las citas que nuestros disciplinados oídos
desean registrar para saber
que nuestro amor no languidece.

Si no me quieres yermo
no me pidas que espante mi soledad
de tu regazo,
tales permutas de zona franca
e imperialista poética
cultivan mi espíritu misántropo,
más cuando convengo tal afrenta
sin motivo.

Tal vez seamos igual de torpes o de necesitados.

Así de torpe soy cuando
no quiero mielinizarme en tus mensajes unívocos
pero trato con disimulo y sosiego
que entres en mis aposentos revestidos
del más sombrío lujo y
la necesidad más aciaga.

Es horizonte el labio de un vaso de barro,
y su saliva oxigenada abuso y
discreción
ahí cuando la templanza metamorfosea
en la colección de abalorios
e inscripciones.


Wayna Potosí, Refugio campo alto (5.200 mts), a 7 de julio de 2008

1 comment:

Anonymous said...

ay el wayna!