Una madre con caderas de agua, vigía de los peligros
que se agudizan con lo ensordecedor de un silencio
que se amasa rugiendo y negando.
Furor impetuoso el de este aleteo incesante,
huida metódica, desesperada, canto infinito de chicharras medusas
que olvidaron el qué de casi todo.
Nunca va a estar despegándose de su vaivén,
no hay aterrizaje previsto, sí cólera y apariencia de calma,
como una madre atenta de pechos descubiertos.
Esbelta e implacable se desconoce sin desesperarse,
no se pretende, solo se lanza una y otra vez deleitándose,
abarcándose suavemente con sus labios de ballena desapercibida.
Robert Frost - Dos vagabundos en tiempo de barro
11 hours ago
2 comments:
profundidad aceánica
inmensidad volcánica
(punto)
Se te va la cabeza chacho!!! Granaderrrr!!!!
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