Pantera

Panteras tintadas en un equilibrio asimétrico
como un estruendo de furor vertebrado
de mágica musculatura propagada
con la violencia de una estrella una nace.

Velocidad eléctrica, negra suburbano
y azul incandescente,
fulminantes son tus garras
de oxidada munición de post guerra.

Tu respiración es como un claroscuro hierático
que irrumpe en el equilibrio
del llamear incesante de la vida,
esa dulce ácrata que insistentemente
tratamos de dotar de sentido.

Escarbando papa

De madrugada
el sol blanco aún no laxa,
ni descubre las ampollas
en las manos que nunca acariciaron la tierra.

La mañana en alza tentando tubérculos,
con el riesgo de tomarme en serio
pensando demasiado
en lo inutil y absurdo.

Surcos, calzadas incas,
los azadones muerden la tierra
como los guaraches llanteros
del chasqui
que corre para deleite
de los turistas prototípicos.

Mis manos tratan de reconocer
lo que en mis oídos
no sale de lo éxotico,
palpo contornos arenosos
ahuecados por el serpenteo anárquico
de las lombrices contemporáneas.

Los sacos serigrafiados
se levantan como árboles mochos
que rebosan frutos de las tinieblas

uterinas de la Pachamama.